viernes, 13 de noviembre de 2009

Un regalo del cielo

Llegaste al mundo un poco antes de lo previsto, eras tan poquita cosa, pero tan bonita con la cara redondita, desde el primer momento nos cautivaste.
Pero tu cometido creo que fue otro ¿Por qué si no naciste el día de los santos inocentes? Tú eras la inocencia y venias con una luz especial. Viniste a traernos un poco de paz, de felicidad, un punto de apoyo para lo que nos esperaba, te adelantaste para que tu abuela te pudiera conocer, su ultima sonrisa fue para ti, te tenia en sus brazos, ella te llamaba melindre, por lo pequeñita que eras, su ultima mirada te la quedaste tu mi niña.
Marina (mi xixi) nos diste empuje, fuerzas para seguir, muy prontito aprendiste a sonreír y cualquier día nublado enseguida se iluminaba. Por muy mal día que tenga siempre estas tu, ya sea por teléfono con esas charlas que me das, hablando tu sola y cuando te cansas me dices achios chichi y me cuelgas, o cuando te veo que cada día es como si no me vieras desde hace tiempo, esa sonrisa que te ilumina la cara y gritando vienes a que te coja, haces que todo cambie, me obligas a sonreír, es imposible no hacerlo, consigues que me pase el rato escuchándote, mirándote, estas descubriendo el mundo y haces que quienes te rodeamos, lo estemos redescubriendo, disfrutando de un simple anuncio, una canción o de cualquier palabra nueva que digas.
Por eso estoy convencida de que eres un regalo del cielo
Te quiero Marina (mi xixi)

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Hace tanto ya...

Toda una vida por delante, ilusión, esperanza, alegría, sintiéndome una princesa, guapa, comiéndome el mundo.
Así me sentía a los 17 años, cuando veo esta foto me dan hasta ganas de llorar, como me gustaría sentirme aunque solo fuera un día de nuevo así, sin problemas, feliz, confiada, que mi único problema era que mi padre no se enterase que estaba saliendo con un chico de 24 años, lo demás era solo vivir. Vivir en casa con mis padres y mis hermanos, una casa caótica pero segura, donde te sentías protegida.
Aun no conocía el miedo, la envidia, la soledad, no conocía la pena que te invade cuando te falta alguien, no sabia lo que es que te rompan el corazón, no conocía la traición, la crueldad humana, la manipulación, el que te brinden la amistad solo para….no se para que.
Han pasado muchos años desde que me hice esa foto, he vivido tanto, tanto.
Volver a sentir esa tranquilidad y felicidad, que maravilla, ahora tengo un hijo casi de esa edad, se que para el será distinto, su infancia a sido mas dura de lo que fue la mía, pero estará mas preparado que yo para vivir.
Sentir de nuevo esa ilusión en los ojos, que ya se fue hace tiempo, que ahora solo tienen tristeza, esa sonrisa confiada, que ya esta marchita. Lo que yo daría por sentirme de nuevo así, con esa felicidad, aunque solo fuera por un día..

lunes, 2 de noviembre de 2009

Otoño

Llego el otoño y con el muchos cambios en todos los ámbitos.
Los días son más cortos y más grises. La gente lo nota en su estado de ánimo, menos sonrisas, más caras largas, no apetecen esos paseos al atardecer que en verano tanto gustan y disfrutan, oscurece tan pronto…
Bajan las temperaturas, caen las hojas de los árboles, se agravan ciertas enfermedades.
Se cambia la ropa de verano por otra que abrigue más, se cambian tantas y tantas cosas…
Lo que no se puede cambiar es el interior, eso sigue igual, te pongas manga larga o manga corta, lleves o no lleves abrigo, la esencia de las personas no cambia, sigue igual haga frió o calor, se puede disimular, eso si, fingir que eres lo que no eres, se puede decir te quiero cuando no es verdad, solo por que te interesa que la otra persona te crea, pero al final siempre llega el otoño a las vidas e igual que le pasa a los árboles, a las personas se les caen las hojas de su mentira y queda la verdad al descubierto, queda solamente su propio yo.
Un tronco desnudo, sin ninguna hoja tras la cual taparse.